top of page
Buscar

- N e w s l e t t e r # 13 -

 

Una vía de comunicación lenta.

Un canal de diálogo en el que compartirles e intercambiar retazos de preguntas, inspiraciones, búsquedas, distintas modulaciones del

arte y el ritual.


***Este texto está escrito a dos voces y cuatro manos por nosotras, Silvina y Guadalupe Wernicke, nuestros “yoes” se alternan y superponen, conversan, discuten, convergen en un “nosotras”, se suman a un “Nosotrxs” aún mayor, y vuelven otra vez a sus pequeños “yoes”, los lentes desde los que pueden percibir la realidad, cuestionarla y compartirla***

 

 


Sobre la técnica del Sentido


El diccionario dice que técnica (del griego τέχνη téchnē 'arte'​) es el conjunto de procedimientos, reglas, normas, acciones y protocolos que tiene como objetivo obtener un resultado determinado y efectivo.


¿Pero qué es la técnica en el día a día de nuestra práctica creativa? Es una gran aliada a la hora de crear, funciona como un cimiento que nos permite andar con contención, y claramente puede ayudar a “obtener un resultado determinado y efectivo”. Pero, ¿y el resto? ¿lo que ocurre más allá del resultado? ¿lo que nos conecta con el Sentido detrás de lo que creamos? ¿cómo entrenar la técnica del Sentido?


La receptividad

 

Hace muchísimos años una poeta me dijo algo revelador: “la verdadera técnica de cualquier artista es la receptividad”. Creo que siempre intuí que la técnica era solo un puente y no un fin. El tiempo me fue encontrando con lecturas y obras que, desafiando cualquier técnica, lograban tocar mi corazón; y lo que comenzó como una intuición fue desplegándose en algo que podríamos llamar fe. Desde la práctica de la poesía siempre me pareció fascinante cómo la música y el alma de las palabras responden mucho más al misterio que a la matemática de métricas, rimas y recursos literarios. Hay otras disciplinas, como la música o la danza, en que la técnica requiere de años y años de modelado, práctica, ensayo, error, estudio… y aun así, podemos comprobar que los músicos y bailarines que nos conmueven lo hacen por aquello que le agregan (o restan) a la técnica y no por el simple virtuosismo. Supongo que se entiende que no quiero decir que no haya que aprender la técnica del lenguaje que nos apasione: sino todo lo contrario. El aprendizaje es constante y activo: va y toma, prueba, investiga. Pero si a ese “ir hacia” le agregamos un “dejar que llegue”, poroso y empático, aparentemente pasivo: a la técnica se le acopla el Sentido, que nunca es certeza sino pregunta o quizás una fe que se abraza a lo sagrado de cada acto vital, pequeño y cotidiano.

 


La post-técnica 

 

Se nos ocurrió buscar “la post-técnica” en google y lo primero que aparece es “la técnica del post-it” y luego varias páginas acerca de post-operatorios diversos. Y como todo es un espejo abierto y bizarro que nos lleva a pensar: intentamos imaginar cómo de pronto se puede sentir que fuimos operadas por la técnica (intervenidas, atravesadas, transformadas) y quizás, hace ya tiempo, estamos intentando recuperarnos de ella (asimilándola, digiriéndola, volviéndola propia), pegando pequeños fragmentos de papel en la pared a modo de un rompecabezas frágil e inacabado. Eso somos: frágiles e inacabadas aprendices del desaprender. La técnica nos constituye, nos construye y nos da libertad hasta que ya no nos la da. Esa es su paradoja. Volvemos a lo que ya dijimos: entonces la técnica es quizás (como dice Nora Moseinco: por favor no se pierdan la conversación que recomendamos mas abajo) nuestro modo de vincularnos con el saber. Es (como todo en la vida?) un vínculo. Un entre.

 

Una bendición extraña 

 

Nos gustaría cerrar esta idea, para seguir abriéndola, con una plegaria de Clarice Lispector. No es que ella la haya escrito como tal, sino que nosotras la leemos como una invocación al espíritu de principiante, una invitación a la porosidad, a la duda y a la paradoja.

 

No entiendo. Esto es tan vasto que supera cualquier entender. Entender es siempre limitado. Pero no entender puede no tener fronteras. Siento que soy mucho más completa cuando no entiendo. No entender, del modo en que lo digo, es un don. No entender, pero no como un simple de espíritu. Lo bueno es ser inteligente y no entender. Es una bendición extraña, como tener locura sin ser demente. Es un manso desinterés, es una dulzura de estupidez. Sólo que de vez en cuando viene la inquietud: quiero entender un poco. No demasiado: pero por lo menos entender que no entiendo.

 

Las flores y los frutos de la técnica + el Sentido

 

El 8 de agosto se abre un nuevo túnel para adentrarnos en estas preguntas, en estas paradojas. FLORES & FRUTOS es un laboratorio en el que les proponemos acoplar disciplina y placer, técnica y Sentido, no como cosas diferentes y distantes sino como caras de una misma moneda. Serán tres meses de prácticas y acompañamiento amoroso y filoso para desplegar y materializar un proyecto propio. Les contamos en qué proyecto nos estaremos enfocando nosotras:

 

SIL: tengo los cuadros listos y quiero mostrarlos. Entonces mi proyecto es convertir en realidad esa muestra con todo lo que implica. Lugar, texto, montaje, etc.

GUADA: tengo hace meses (o años ya?) un librito bordado en estado de boceto y quiero hacerlo realidad. Me doy cuenta que si quiero hacerlo sola, nunca llega el momento. 

 

En síntesis: se trata de HACER REALIDAD nuestra práctica artística. Sin poner el foco en el resultado final, sino en el proceso. Puede ser algo mínimo: “que mi casa se parezca a mí”, “terminar un cuadro”, “bailar todos los días 2 minutos”, “sacar fotos de flores”; o algo más grande: “publicar un libro”, “planificar un taller”, “hacer una performance”. Qué es grande y qué mínimo, después de todo? Lo que esperamos es ponernos en movimiento y parecernos cada vez más a nosotras mismas.

 

Lxs esperamos.

 


Hoy las cartas murmuran:

Del oráculo Estrategias oblicuas de Brian Eno y Peter Schmidt (editado en formato libro por Zindo y Gafuri).


¿Y qué es lo más importante? Si nos lo olvidamos, supongo que es porque no siempre podemos sentirlo con claridad o si lo sabemos, se confunde con una larga lista de “deber ser”, incluso el “deber ser” espiritual, artista, sensible, conectado; o también de la necesidad y la atención puesta en likes, inscriptos, estrategia, métricas, facturación. 

 

¿Qué es lo más importante para nosotras? Conectar con ustedes. Que el contacto nos transforme. Crear como devoción, como humilde acto de entrega hacia una fuerza que nos excede y que nos incluye y que, paradójicamente, somos acá y ahora. También queremos poder vivir de este proyecto que amamos y nos entusiasma y nos deja sin aliento de tanto amor; pero no es lo más importante. Que no se nos olvide.


Pequeña práctica: 

 

Te invitamos a seguir tus propias instrucciones a modo de oráculo. Para eso tenés que empezar por escribir una lista de por lo menos 10 cosas que te hacen bien cuando estás bloqueada, caotizada, perdida.

Por ejemplo:

  1. Ordená tu mesa-lugar de trabajo.

  2. Date un baño largo y lento. Limpiá con conciencia cada parte de tu cuerpo.

  3. Tomá un vaso de agua pensando en lo que te está trabando. Después andá a hacer pis y sacá la traba de tu organismo.

  4. Llamá por teléfono a una amiga (no mensaje de WhatsApp).

  5. Salí a mirar el cielo.

  6. Etc…..

Cuando tengas tus instrucciones, cortalas en papelitos y metelas en una bolsa. Sacá una cada vez que lo necesites.

 

/// sería genial armar un oráculo colectivo de desbloqueo creativo!: por qué no nos comparten sus listas así las recopilamos y después subimos todo a un Drive para que se lo

impriman. Ahhhh, ya queremos convertirlo en mazo de cartas!!!! ///



En estos días, nos inspiran:

 

LEER

El tamaño de una bolsa, John Berger.

Acá pueden leer un fragmento:


ESCUCHAR

Sobre la presencia, conversación de Inés Efron y Nora Moseinco:


The difference between listening and hearing, Pauline Oliveros


VER

Paula, Christian Schwochow

Sobre la pintora Paula Becker, una de las primeras expresionistas de la historia del arte, a quien tildaban de “dibujar mal”.


De nuestra comunidad:

 

Flora Dido, participante del Sindicato del Drone, una formación fluctuante de música experimental que realiza performances sonoras enfocadas en los aspectos espirituales y trascendentales del sonido. 

 



***Este newsletter es una creación de ARTE Y RITUAL, las palabras e imágenes que aquí encuentren son de Guadalupe y Silvina Wernicke  (salvo que aclaremos lo contrario).

Saldrá con la frecuencia del deseo y la posibilidad. Queremos que escritura y lectura sean un verdadero disfrute compartido.*** 


 

 
 
 

Komentarai


bottom of page